miércoles, julio 23, 2014

El alma

¿Hablar de Sócrates o Platón? Es difícil responder a esta pregunta ya que Platón nos habla sobre las ideas de Sócrates, pero, ¿qué tanto son las ideas de Sócrates? o ¿qué tanto son las ideas de Platón? o ¿qué tanto son las ideas de Sócrates, aumentadas por Platón?  O como dice (Grube, 1987, p. 17) “El Sócrates platónico”. Nos referiremos a Platón como autor de “Los Diálogos” a sabiendas que habla sobre Sócrates u otro dialogante más. Veamos  entonces de lo que para Platón es el alma (cabe señalar que una traducción más cercana para el alma sería “el principio de vida de todo ser” como lo señala (Grube, 1987, p. 189)). Grube nos comenta que los órficos introdujeron probablemente el concepto de alma, como la parte más grande del hombre, a Grecia, e incluso el concepto de inmortalidad, y el cuerpo como prisión o tumba del alma. Tendríamos que alejarnos del concepto cristiano del alma que es diferente para Sócrates, Platón y Aristóteles quienes consideraban que las actividades del alma culminaban en el intelecto, tanto que el autor (Grube, 1987, p. 192),  ajusta la traducción de alma a intelecto.
Recordando el Fedón donde Sócrates demuestra la inmortalidad del alma (Platón, 1988, p. 120), me pregunté: Si la filosofía es meramente la preparación del alma para la muerte y, si el alma es eterna y va y viene a, y de diferentes cuerpos, entonces: ¿para qué regresa al cuerpo que es prisión?, ahora, si el alama es puro razonamiento sin la ayuda de los sentidos, de nuevo ¿para qué quiere un cuerpo? De igual manera Sócrates dice que hay que alejarse de las pasiones, los deseos y del placer, que son meramente sensoriales y que corrompen el alma, sin embargo en algunas de sus ideas utiliza los contrarios (Platón, 1988, p. 54) como justificación para la inmortalidad del alma, luego entonces podríamos decir que si no existieran estos placeres que corrompen el alma y con los cuales tiene que luchar frenéticamente, esta alma ¿no tendría la fuerza necesaria y moriría?, ¿entonces dejaría ser inmortal? Ahora bien cuando pasamos a la inmortalidad del alma surgen de nuevo preguntas y una de ellas sería: Si las almas son eternas y éstas no mueren, ¿cuántas almas existen en el universo? Y, cuando la humanidad se iniciaba y eran pocos los hombres vivos con almas, las demás almas que llegaron con el aumento de la población ¿dónde estaban? Si consideramos al alma, o a la razón, o al intelecto como algo que existe pero que no podemos ver, pero que sabemos que está ahí porque el nuestro (intelecto) es la justificación de tal; si pretendiéramos buscarle un lugar dónde radica el alma y dijéramos que se encuentra en esos espacios del cuerpo, del organismo, de la célula donde no existe materia, puesto que no es material y lo inmaterial debe vivir con lo inmaterial, pudiéramos afirmar entonces que el alma tiene un lugar de residencia.

Qué es el campo de Higgs
El documental sobre el campo de Higgs (CPAN, 2011) nos da una noción sobre este campo y sus características. Este campo parece ser el responsable de dar masa a las partículas, es decir, convertir la energía en masa como lo expresa la fórmula de Einstein E=mc². Para este campo existe una partícula asociada que sería precisamente el bosón de Higgs, dicho bosón sería la causa de que al chocar las partículas elementales de energía con él se detuvieran dando como resultado masa.


De qué está formada la nada
En el documental ¿Existe la nada? (Corporación de Radio y Televisión Española, 2012), se nos dice cómo está constituido el átomo, de un núcleo y girando alrededor electrones. En dicho átomo existen espacios vacíos, entre el núcleo y los electrones; en ese espacio vacío donde aparentemente no existe nada, se encuentra el campo electromagnético quien es el responsable de mantener unido al átomo. Ahora bien, si pudiéramos eliminar todos los átomos de un espacio, ¿qué tendríamos?, ¿la nada? No, precisamente tendríamos lo que se conoce como el campo de Higgs, así en el universo abierto donde existe la nada aparentemente, ahí estaría el campo de Higgs con sus bosones apareciendo y desapareciendo, dando materia a partículas que viajan en el espacio. Es por este motivo que se le ha denominado “La partícula de Dios” y que ha estado desde la misma creación del universo después de big bang.

Por qué nos interesa el campo de Higgs
Si recordamos alguna de las preguntas que hice al principio al leer a Platón fue: ¿cuántas almas existen en el universo?, y ¿dónde estaban? Tal vez podríamos dar un esbozo de la respuesta precisamente con el campo de Higgs. Retornemos al inicio del universo, en el big bang, no existía nada más que un punto donde se encontraba concentrado el todo; no existía la materia ni existían los planetas ni existían los hombres y por consiguiente tampoco existían las almas, luego ocurre la gran explosión y el campo de Higgs se crea (CPAN, 2011, p. minuto1), después viene la creación de la materia y el universo. Aquí una nueva pregunta: ¿Es posible que en la creación del universo se crearan las almas?  Luego entonces surge otra pregunta: ¿será el bosón de Higgs lo que genera el alma? Para la primera pregunta podríamos decir que sí, con la creación del hombre se crea su alma, o su conciencia o su intelecto, puesto que es parte del hombre y debe existir desde que el hombre apareció; ahora bien, todas esas almas que existían antes de la aparición del hombre, pudieron estar en modo latente desde la creación del universo, y si a eso le aunamos que el campo de Higgs es lo que le da materia a las partículas, y como los bosones, que es la partícula asociada al campo de Higgs, aparecen y desaparecen continuamente,  podríamos pensar que ese mismo campo pudiera dar el alma (energía para vivir) al cuerpo del hombre, ya que habíamos dicho que la nada, aquello donde no hay materia en el universo, es precisamente el campo de Higgs, luego entonces, como el alma es lo inmaterial, lo que no tiene forma ni peso, debe asociarse también a lo inmaterial, el campo de Higgs. Sobre la pregunta que me formulé: ¿cuántas almas existen? Tal vez la respuesta sea que tantas como los bosones de Higgs que aparecen y desaparecen continuamente. Habría que demostrar primero la existencia del bosón de Higgs y sobre algo ya demostrado inferir la liga entre el bosón de Higgs y el alma.
Por algo se le denomina al bosón de Higgs, la partícula de Dios.


Angel Higuera                                                                                              02/07/14


Bibliografía

Corporación de Radio y Televisión Española. (2012, noviembre 11). rtve.es. Retrieved julio 2, 2014, from rtce.es: http://www.rtve.es/television/20121107/hablamos-cuando-hablamos-nada-vacio/573656.shtml
CPAN. (2011, JULIO 12). https://www.youtube.com/watch?v=pNFDh4sObEM&list=PLB84ABC9D007DA228. Retrieved JULIO 2, 2014, from https://www.youtube.com/watch?v=pNFDh4sObEM&list=PLB84ABC9D007DA228: https://www.youtube.com/watch?v=pNFDh4sObEM&list=PLB84ABC9D007DA228
Grube, G. M. (1987). El pensamiento de Platón. In G. M. Grube, El pensamiento de Platón (p. 493). Madrid: Gredos.

Platón. (1988). DiálogosIII. In Platón, Diálogos III (p. 413). Madrid: Gredos.

miércoles, julio 16, 2014






somos pequeños dioses
porque tenemos
el don de dar vida
 somos pequeños dioses
porque tenemos
una máquina perfecta
llamada cuerpo
 somos pequeños dioses
porque tenemos
la capacidad creadora
del artista
 somos pequeños
porque el universo
es inmenso
 somos pequeños
porque formamos
parte del todo
 somos pequeños
porque somos
mortales
 y somos dioses
porque
formamos
parte
de
Él

martes, junio 24, 2014

¿Dónde se encuentra el alma?
Hablar del alma es hablar de algo inmaterial, que no tiene sustancia, algo etéreo que no es medible, sin propiedades ni características que la puedan clasificar dentro del cuerpo humano; aún así, existe esa parte que nos hace tener expectativas de vida: la consciencia, de la cual se conocen algunas de sus características y sus reacciones a diferentes estímulos. Eduardo Martínez en su artículo “La consciencia humana se genera en la parte posterior del córtex cerebral”, cita a Francis Crick, Premio Nobel, para quien la conciencia radica en el cerebro, en la parte posterior del córtex, dicha investigación refiere que una sofisticada e interconectada red neuronal sustenta la percepción a través de nodos. Un nodo solo no genera la conciencia, sino el conjunto de ellos, cuando se activan y desactivan en coaliciones de neuronas y generan la conciencia de los procesos subjetivos y del entorno (Martínez, 2003).
En el programa “Misterios del Universo T2X01 ¿Hay vida después de la muertes?” Se nos dice también que la conciencia se encuentra en el cerebro, ella,  nos abandona precisamente cuando caemos en inconsciencia como: el dormir (sin soñar), en la anestesia médica o con algún golpe fuerte que nos noquee, sin embargo, aunque inconscientes, el cerebro sigue trabajando sin “nosotros”, siguen los signos vitales: la respiración, el pulso, la temperatura; es cierto que no reaccionamos a estímulos externos como el ruido, un pinchazo o una quemadura porque nuestra consciencia no está presente o “encendida”. Cuando estamos conscientes y aplicamos un estímulo, las neuronas del cerebro transmiten y lo procesan teniendo una reacción, existe un intercambio de información entre las neuronas, éste intercambio desaparece cuando estamos inconscientes, aún cuando el cerebro funcione correctamente; somos pero no estamos. (Discovery, 2012)
¿Será que la consciencia es el alma?
Algunos consideran que justamente el alma es la consciencia, donde radican sentimientos, esperanzas, anhelos, etc.; es decir, el alma radica en el conjunto de neuronas que forman nuestro cerebro y desaparece al morir, sin embargo, para los filósofos antiguos el alma es divina e inmortal; hablan de lo visible (el cuerpo) y lo no visible (el alma). Lo visible entra por el cuerpo por medio de los sentidos; lo invisible por el alma. El cuerpo cambia, los objetos cambian, los animales, las plantas, pero el alma no cambia, de tal forma el cuerpo es finito pues percibe lo finito y el alma es inmortal pues percibe lo que no es tangible y cuyas cualidades son: ‘la moderación, la valentía y la sabiduría, según lo expresado por Platón. (Eggers, 1988)
Ahora bien, si el alma es la conciencia o no; si es finita o infinita; si es mortal o inmortal; sabemos por experiencia propia, que hay alguien que está dentro de nosotros, que a veces nos aconseja, o que nos hace temer, o que nos proporciona ideas: algo, que no somos nosotros sino alguien con quien incluso platicamos. Podríamos, por qué no, llamarla alma, y podríamos considerar algunas de las características que les dan los filósofos como Aristóteles dice que también las plantas y los animales tienen alma al igual que los humanos pero con otras características, una de ellas es común a las tres y es la que les permite tener vida en potencia, es decir, la capacidad de reproducirse a diferencia de objetos inertes. Esta es una gran cualidad que tanto es visible o material (conservación de la especie),  como invisible o inmaterial (todo nuevo ser posee alma); para Aristóteles, el alma es inmortal y a la muerte, ésta se desprende del cuerpo y puede introducirse en un animal o en  una planta. (e-torredebabel.com)
Si aún no comprendemos la totalidad del funcionamiento del cerebro humano que es tangible y medible, ¿qué tan difícil será  conocer el funcionamiento del alma?  Pero vayamos realmente a la parte que nos interesa: ¿dónde se encuentra el alma?
De acuerdo con dos conceptos que mencionamos al principio: el cuerpo es material y el alma inmaterial. Aunque no se crea en el alma como concepto divino también podríamos estar de acuerdo que hay algo dentro de nosotros que nos llena de hálito la existencia, pongámosle nombre a ese algo y llamémosla alma con las siguientes características: es inmaterial y forma parte de nosotros; alejémosla de los conceptos de inmortalidad y divinidad que para nuestro caso lo que nos interesa es ¿dónde se encuentra el alma?
Si el alma es inmaterial y nosotros somos materia, veamos un poco cómo estamos constituidos. Tenemos un cuerpo que contiene órganos, músculos, fluidos y demás compuestos orgánicos, si vamos más adentro veremos que todo lo anterior se forma a base de células de diferentes tipos, según sea el caso; y si vamos más a dentro, a lo más básico de la materia, nos encontramos con la parte más pequeña que mantiene las característica del elemento del cual proviene: el átomo. Esto no significa que existan partículas mucho más pequeñas que el átomo, sino que el átomo es la porción mínima divisible que mantiene las características de la materia, esto es, si dividimos un trozo de plomo hasta llegar a un átomo de plomo, éste sigue siendo plomo pero en su mínima expresión. Ahora bien, dentro de éste átomo existen órbitas de electrones que giran alrededor del núcleo y entre estos electrones y el núcleo ¿qué existe?, ¿vacío? Algunos podrían negarlo diciendo que sí existen otras cosas, como las fuerzas electromagnéticas, que hacen que el átomo se mantenga unido, y es correcta su observación sin embargo, no hay nada material, que sí medible mediante experimentos, pero inmaterial como la luz, el magnetismo y los campos gravitacionales. Entonces justo ahí, donde se encuentra lo inmaterial, debería estar aquello de lo que hablamos que es inmaterial, ¿podrá estar el alma ahí? Así como los campos electromagnéticos se pueden medir y sin embargo no son visibles, así como los campos gravitacionales y magnéticos existen en el vacío (estratósfera), así el alma pudiera estar ahí, tal vez compartiendo estos campos, o tal vez formando parte de estos campos, o alimentándose de ellos. La respuesta a la pregunta formulada de la ubicación sería que precisamente ahí, en lo inmaterial, en donde no existe otra cosa que lo que es oculto a los ojos del hombre, en todos esos espacios vacíos, pero que se encuentran rodeados justo de materia se encuentra el alma ¿Qué se podrí refutar a este concepto?, tal vez que por que no es visible ni medible no existe el alma, pero podríamos decir que: antes que los campos magnéticos, electromagnéticos, eléctricos y gravitacionales se pudieran medir, existieron hombres que creyeron en su existencia y formularon teoremas, que posteriormente se confirmaron y crearon toda una materia extensa para su estudio. Entonces hasta que podamos medirla, o percibir sus efectos ¿se podría decir que existe? ¿Qué es un dogma, o que es de carácter religioso? Tampoco, justo hicimos la anotación al inicio que dejábamos esto fuera del carácter religioso y que concebíamos esta alma como aquello que nos mueve y que nos motiva. Entonces también podrían decir que, como no se propone ningún teorema ni alguna base científica que respalde la propuesta, el alma no existe. Si el cerebro, a quien le han hecho grandes estudios, todavía encierra un número sin fin de misterios, ¿cuántos más podrían guardar el alma, antes de corroborar su existencia?
De hecho, esto es para proponer un acercamiento de dónde se encuentra el alma, o el ánima, o aquello que nos da la alegría de vivir, o la desdicha para querer morir. No es un tratado ni una semblanza, ni siquiera una posición filosófica, simplemente es una posible respuesta a aquello que me formulé cuando escuché hablar del alma y su existencia. Siempre he pensado que la mejor comprensión sobre aquello que se estudia es justamente cuando te surgen preguntas sobre el tema, así surgió: ¿Dónde se encuentra el alma?

Discovery, M. (2012, 12 21). Dailymotion.com. Retrieved junio 23, 2014, from Dailymotion.com: http://www.dailymotion.com/video/xw4oyf_discovery-max-misterios-del-universo-t2x01-hay-vida-despues-de-la-muerte_shortfilms
Eggers, C. L. (1988). Platón, Diálogos IV, República. En C. L. Eggers, Platón, Diálogos IV, República (pág. 238). Madrid: Gredos.
e-torredebabel.com. (s.f.). Recuperado el 23 de junio de 2014, de e-torredebabel.com: http://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Filosofiagriega/Aristoteles/Alma.htm
Martínez, E. (2003, marzo 16). Retrieved junio 23, 2914, from Tendencias 21.net: http://www.tendencias21.net/La-conciencia-humana-se-genera-en-la-parte-posterior-del-cortex-cerebral_a127.html


23/06/14


José Angel Higuera Solano

martes, marzo 25, 2014

Poema hecho a base de trozos de poemas de Jaime Sabines




Homenaje

Pequeña del amor

tú no lo sabes
quise decirte hermana
para incestar contigo
rosas y lágrimas

no me conmueven tus gestos
después de todo
pero después de todo
sólo se trata de acostarse juntos

me tienes en tus manos
y me lees lo mismo que un libro

vamos a guardar éste día
entre las horas
para siempre
los dos
nuevos del alma

preguntando por qué
escribiste en la tabla de mi corazón
desea

y yo anduve días y días
loco y aromado y triste

Jaime Sabines